22 de mayo de 2012

Madres Gattuso

Pertenezco a una generación de niños que han crecido bajo el ala de una generación de madres que, con el paso de los años, se han ganado el sobrenombre de Madres Gattuso.
Gattuso es ese futbolista italiano, que muerde los tobillos de los rivales constantemente, que no para de hablar y que impide que el contrario cree fútbol.
Cinco minutos al lado de Gattuso son interminables, agotadores y, a menudo, dolorosos.
Por eso a las madres de mi generación se las conoce como Madres Gattuso.

Madres que, además, conviven con el televisor, que permanece encendido casi 24 horas al día y, por supuesto, con Telecinco sintonizado.
Cuánto daño ha hecho esta fuente de veneno a la sociedad. ¿Por qué la OTAN no bombardea sus repetidores? Ya lo habéis hecho otras veces, por razones menos comprensibles, ¿qué más os da? También sería por razones humanitarias y nadie echaría de menos a los presentadores y tertulianos que murieran durante la intervención.

El siguiente paso sería iniciar el tratamiento de desintoxicación, para recuperar a la parte de la población contaminada que todavía se pueda salvar. ¿Estarían las Madres Gattuso dentro de esa parte recuperable de la población? No lo sé, la verdad.
Telecinco aparte, las Madres Gattuso son capaces de hablar durante horas, sin necesidad de tener algo que decir y, la mayor parte del tiempo, sin escuchar. Ellas hablan. Tú escuchas. Punto. ¿Tienes algo que decir? Gasta saliva si quieres, que yo no te voy a hacer ni caso.
¿Te molesta que no te haga caso? No te preocupes, que enseguida te echo algo en cara para que te sientas mal.
¿Chantaje emocional? ¿Reproches? ¿Dónde creías que estabas?
¡¡Esto es Esparta!!
¿Te queda claro?
En la escala de gente chunga, las Madres Gattuso ocupan el primer puesto, justo por encima de Chuck Norris.
Es algo que los niños de mi generación aprendimos desde pequeñitos: amor violento, incondicional y obsesivo. El de las Madres Gattuso.

La imagen que acompaña este artículo procede de esta página.

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